Muchas personas optan por hacerse un tatuaje muy personal y por eso, en los retratos podemos encontrar un diseño perfecto para llevar siempre con nosotros a esa persona especial. En ocasiones pueden ser los actores o actrices a quienes admiramos o por el contrario alguien de nuestra familia, muy cercano.
Hay gustos para todos y por eso hoy os mostramos algunos ejemplos de este tipo de tatuajes, de sus pros y también de sus contras.
El primer paso de un buen retrato
Cuando nos decidimos a hacernos un tatuaje tenemos siempre que ponernos en buenas manos y aunque respetamos mucho a todos los tatuadores, bien es cierto que para elaborar un diseño como éste, tendremos que buscar un gran artista. Con esto me refiero a alguien que sepa plasmar en papel lo que realmente necesitamos. Para que un retrato quede perfecto se necesita captar las expresiones de la cara y por ello, no todo el mundo sabe hacerlo. Debes de llevar la foto que quieras tatuarte y a partir de ella, el tatuador hará su boceto sobre papel, como antes mencionábamos. Esto es necesario para poder plasmar los contrastes de la piel, tanto la luz como los lugares con sombra.
El proceso de los tatuaje retrato
Como en todos los tatuajes que nos hagamos, debemos de tener claro el tamaño así como la zona que será elegida para llevar este diseño. Quizás los lugares más demandados para ellos sean los que están más cercanos al corazón como pueden ser los brazos, pecho o espalda…aunque cada uno, puede elegir libremente. Con la imagen que hemos seleccionado el tatuador hará los cambios precisos para estudiar más profundamente todos los rasgos. Algunos de ellos, se ayudan de programas de retoque fotográfico para ver cómo quedaría cambiando los colores y la profundidad del mismo.
Siempre es mejor la ayuda de una plantilla, ya que con ella se puede ir haciendo el diseño mucho más seguro. Aunque habrá zonas de la cara que no la necesitan y el tatuador se ayudará de su ingenio y creatividad. De todas maneras, no siempre seguirá un mismo proceso para elaborar el tatuaje completo ya que ciertas partes necesitan de unas agujas más o menos finas. Como vemos, el resultado puede ser increíble pero detrás de él hay un trabajo muy minucioso y desde luego, una verdadera obra de arte, que no todo el mundo sabe reflejar a la perfección.